Envasado y conservación - consejos

El ritmo de vida que llevamos,  condiciona nuestra alimentación. Es posible que no podamos dedicarle tanto tiempo como desearíamos. De hecho, en muchas ocasiones nos vemos obligados a recurrir a alimentos preparados o precocinados, o a comer fuera de casa. Esto, además de poco saludable, provoca un desgaste considerable en nuestra economía.

Sin embargo podemos corregir estos hábitos dedicando tiempo a planificar nuestra alimentación de la forma adecuada, y mucho más si utilizamos métodos de conservación como los que vamos a ver a continuación.

Técnicas de conservación de los alimentos

Envasado  en tarros de conservación tradicional

Uno de los más utilizados el aceite de oliva, ya que al sumergir los alimentos impide que tome contacto con el aire, lo que lo convierte en un protector extraordinario. El vinagre es otro conservante natural gracias a su acidez, muy utilizado para encurtidos. El escabeche se utiliza habitualmente para conservar aves, carnes o pescados.

Estos métodos se pueden prolongar más en tiempo y en seguridad si se precintan adecuadamente, de igual forma que si queremos envasar alimentos cocinados previamente. Para ello se utilizan tarros de cristal con la tapa metálica. Estos recipientes deben estar esterilizados y bien secos antes de introducir los alimentos a conservar. Se deberá llenar dejando aproximadamente un centímetro libre. Colocados en una olla y cubiertos por completo de agua, que se llevará a ebullición, la cual se mantendrá durante 20 minutos. Se deja enfriar y se sacan los tarros, colocándolos hacia abajo durante 24 horas. A partir de ahí, ya están listos para guardar.  

Al vacío

Esta técnica consiste en eliminar todo el aire del interior del recipiente que va a contener los alimentos. Es muy útil para conservar carnes, pescados o verduras crudos o cocinados. Al no contener oxígeno se evita la proliferación de microbios, al tiempo que se mantienen las propiedades de los alimentos.

Congelación

Los alimentos se someten a temperaturas inferiores a -18ºC, lo que hará que el agua que contiene el alimento se convierta en hielo. Un sistema más avanzado, la ultra-congelación, baja la temperatura a -35ºC y -150ºC.

La mayor ventaja que tenemos al utilizar este método es la comodidad,  está al alcance de todos, solo tenemos que utilizar las técnicas de la forma adecuada. 

Se debe tener en cuenta que no todos los alimentos se pueden conservar, y mucho menos por periodos largos. Hay que respetar los tiempos recomendables para cada uno de  ellos consumirlos antes de su caducidad.

De igual forma, ante cualquier marca que indique algún tipo de deterioro, se debe desechar por completo. 

La conservación y envasado de los alimentos requiere práctica para poder hacerlo correctamente. Una vez que se domine, se puede convertir en un método a utilizar en nuestra vida diaria, muy útil para nuestra alimentación, nuestra salud y nuestra economía.